miércoles, 14 de octubre de 2015

Sinestesia, los colores de la música

¿Os imagináis poder ver la música en colores? Pues eso es la sinestesia. Según los neurólogos es una comunicación anómala entre áreas cerebrales, es decir, lo que podríamos decir como "un cruce de cables". Algunas personas pueden experimental sensaciones en un determinado sentido (en la música, el oído) cuando se les estimula otro (la vista).
La sinestesia más común es la léxica en la que las letras se ven en colores. Se estima que afecta a un 49%. La sinestesia musical afecta a un 28%. Hay otros tipos que son menos frecuentes como la del sabor, olor, dolor, tacto o incluso personas (de ahí viene la idea esotérica de que algunas personas ven el aura).
El estudio de la sinestesia es relativamente reciente. La primera descripción de este fenómeno la realizó el Doctor G.T.L. Sachs en 1812. Antes de las investigaciones los sinestetas eran diagnosticados como esquizofrénicos, drogadictos o simplemente locos. Algunos de ellos eran ingresados en hospitales psiquiátricos, lo que provocó que muchos sinestetas no reconocieran su enfermedad. Algunas drogas psicodélicas, como el LSD, la mescalina o los hongos alucinógenos tienen como efecto más común la sinestesia.

Los tres compositores con sinestesia más conocidos son Scriabin, Rimsky-Korsakov y Messiaen.

Alexander Scriabin (1872-1916)
El pianista y compositor ruso podía ver los sonidos con diferentes colores, lo que incluyó en su manera de componer. Su intención era que el oyente pudiera percibir las mismas sensaciones que tenía cuando escuchaba música. No todos los sinestetas ven los mismos colores, así que Scriabin estableció una tabla en la que ordenaba las 12 notas según un círculo de 5ª.


Con este sistema, Scriabin compuso "Prometeo: el Poema del fuego". Para esta obra añadió un piano, un coro y un instrumento inventado por él: "Clavier ä lumére" (teclado de luces). Era un teclado en el que al pulsar una tecla, producía un haz de luz con color correspondiente a la propia escala cromática inventada por el compositor y que se proyectaría por el escenario y el público, que iría vestido de blanco. Scriabin pensaba que al fusionar música y color se producía "un poderoso resonador psicológico en el oyente". Aunque la obra se estrenó en 1911 en Moscú, los precarios sistemas de iluminación imposibilitaron la fabricación de dicho instrumento. No fue hasta 1915, tras la muerte de Scriabin cuando se introduce un proyector que lanzaba un haz de luz en una pantalla blanca frente al director.


Nikolai Rimski-Korsakov (1844-1908)
Este compositor ruso, además de tener oído absoluto, también era sinesteta. 
En una ocasión, tuvo un debate con Alexander Scriabin acerca de sus capacidades sinestésicas reflejadas en la autobiografía de Rachmaninov. Este último era escéptico en cuanto a estas habilidades pero entonces Korsakov le relevó que en una ópera suya, "El miserable caballero", la escena en la que el barón abre un cofre lleno de oro y brillantes (escrito en la tonalidad de Re), le sugería el color dorado o amarillo. 

Oliver Messiaen (1908-1992)
Este compositor francés, no sólo tenía la capacidad de ver la música en diferentes colores, sino que también tenía el proceso contrario, es decir, escuchaba los colores. Esta capacidad se ve reflejada en las referencias de sus obras en las que en casi todas se incluye alusiones al color o a luz. Incluso en los propios textos de Messiaen, este se refiere a sus obras en términos de color. Pensaba que la asociación color-sonido dentro de una obra musical era incluso más importante que el propio ritmo. Como Scriabin, Messiaen no asociaba el color a notas aisladas sino a modos musicales y armonías. Pero aún así podemos saber cuál era el rango de color percibido por éste gracias a sus testimonios.



La música programática

Para los no entendidos en música, la palabra programática puede despistar. Pero su definición es más fácil de lo que parece: La música programática es aquella que pretende describir una narración ordenada de hechos y personajes o un "programa" basado en el argumento de una novela, un cuadro, una fábula, una poesía, etc. Es una música que estimula la fantasía del oyente a través de símbolos y representaciones musicales.
En contraposición tendríamos la música pura o absoluta que es aquella que sólo pretende expresar ideas musicales, que se aprecia por ella misma sin necesidad de ningún estímulo exterior. 
Compositores de todas las épocas se valieron de la música programática para sus obras. En el renacimiento encontramos a Martin Peerson o William Byrd. En el barroco, podemos nombrar a Vivaldi o Bach. En el clasicismo el ejemplo más claro es Haydn. En el romanticismo encontramos la mayor parte de la música programática con Wagner, Beethoven, Berlioz, Musorgski, Ravel, Saint-Saëns, Dukas, Tchaikovsky o Richard Strauss.

Las Cuatro Estaciones de Vivaldi
Pero que mejor manera de entender la música programática que con un ejemplo. Y para ello quiero empezar con las cuatro estaciones de Vivaldi, concretamente con el verano. En el primer movimiento (Allegro non molto) de este concierto para violín y orquesta, podemos escuchar lo siguiente: 
  1. Intenso calor del verano a modo de introducción.
  2. Canto de las aves expresado con semicorcheas.
  3. Violín solista imitando el vuelo de un pájaro.
  4. Los cánticos de los pájaros son arrebatados por un fuertes ráfagas de viento que cada vez se vuelve más intenso.
  5. El lamento de un campesino que mira su cosecha.

Aquí tienes un vídeo con Europa Galante dirigida por Fabio Biondi. En este caso, el violín solista y el director son la misma persona (era muy típico en el barroco que uno de los instrumentistas fuera el que dirigiera la orquesta).




La Sínfonia Op. 86 Nº 6 Pastoral de Beethoven
Otro ejemplo de la música programática lo tendríamos en las composiciones de Beethoven.
En esta sinfonía podemos encontrar un claro ejemplo de la música denominada "pastoril". De hecho, fue el propio Beethoven el que añadió el título de la obra (normalmente lo hacía el editor).
En la época en la que Beethoven compuso la obra ya estaba sordo. Pasear por la naturaleza le daba mucho consuelo y le servía de inspiración. El propio compositor declaró sobre esta sinfonía que "era más una expresión de sentimientos que un poema musical".
Los elementos que podemos encontrar en la música pastoril son los siguientes:

  1. Los líderes de la obra son los instrumentos de viento que eran los que usaban los pastores (flautas, clarinetes, oboes).
  2. Las gaitas y zafonas también eran muy típicas del ambiente pastoril.
  3. Uso de los pedales o notas tenidas. Por encima se hacía una melodía con otros instrumentos. 
  4. Se imitaban sonidos de animales con instrumentos de viento o los violines.
  5. Repetición de la orquesta a modo de eco.
  6. Las melodías solían ser fáciles, pegadizas y al unísono.
  7. Las armonías eran básicas (terceras, quintas, etc.).
  8. Se representaban los fenómenos meteorológicos con la orquesta, como los trémolos que se usaban para imitar el sonido de una tormenta.
  9. También se representaban los cursos de agua, normalmente con violines con un ritmo rápido y constante.
Aquí os dejo un vídeo de la Orquesta Filarmonica de Berlín dirigida por Karajan, en la que podéis encontrar una descripción de los diferentes pasajes.


Mariana Martínez, la amiga de origen español de Mozart

Compositora, cantante e intérprete de instrumentos de teclado, Mariana Martínez o Marianne von Martínez nació el 4 de mayo de 1744 en Viena. Hija del español Nicolás Martínez, su familia se exilió a Napolés en la Guerra de Sucesión de España por su clara posición a favor del Archiduque Carlos. Posteriormente se trasladaron a Viena donde conocieron al poeta Pietro Trapassi, más conocido como Metastasio que se interesó por la educación de Mariana. Hizo que recibiera clases de música de Porpora, Hasse y un joven Joseph Haydn. 
Mariana vivió en casa de Metastasio en sus primeros años de vida en Viena forjando una gran amistad. A pesar de una diferencia de edad de 40 años, Metastasio y Mariana se convirtieron en amantes.
A la muerte del poeta, Mariana heredó una gran fortuna que contribuyó a fomentar su vida social. Su salón se convirtió en uno de los más conocidos de Viena donde se realizaban numerosos conciertos con importantes músicos de la época.
El poeta Pietro Trapassi, más conocido como Metastasio
Su condición de mujer no le impidió hacerse un hueco en el mundo de la música y conocer a grandes figuras como Mozart y Beethoven con los que tuvo una gran amistad.
En 1790 abrió su propia escuela de canto en la que estudiaron algunos de las grandes voces de la época. Gracias a su contribución al mundo de la música, fue nombrada Doctor Honoris Causa por la Universidad de Padua. También fue miembro de Honor de la Academia Filarmónica de Bolonia.
La obra de Mariana es extensísima con más de 200 obras: misas, música instrumental, obras para clave y pianoforte (el antecesor del piano moderno) y cuatro cantatas escénicas con libreto de Metastasio.